Vai de morto o que non foi de vivo

Y después de este pequeño paréntesis de 10 días en los que hemos hecho de todo y no hemos hecho nada, me retomo a escribir en el blog, como no, de esos cuatro días que pasamos en Galicia, tierra de meigas y leyendas, castros y hórreos, marisco (que no comimos y ya tenemos la excusa para volver), playas, calitas, acantilados, lluvia, y verdor mucho verdor. Yo que soy de tierra castellana, y los árboles solo los veo en la ribera del río y todo lo demás son campos de cebada, trigo y demás cereales, esto me encanto. Me sentía como Indiana Jones y solo me faltaba el machete para ir abriéndome camino a través de los árboles de la fraga de Eume.



Tuvimos de todo un poco, monasterio en medio de las montañas, puentes colgantes, caídas por terraplenes (menos mal que no fuimos nosotras y sabíamos donde pisábamos :P), rápidos y canoas, senda a la orilla de río, pescadores y bañistas sorprendidos ;) , fatiga y empanada, pesados y “graciosas”, est@s no nos lo quitamos hasta que terminamos el viaje, rocas metamórficas, ahora sé que la mayoría de las rocas que vimos se llaman micacitas, animales pocos, si quitamos a las babosas, helechos, castaños, laureles, eucaliptos, montones de clases de árboles, y visita panorámica A Coruña con su torre de Hércules y sus sardinitas(dejándonos con ganas de mas) y por la noche una “grata” conversación con los mayores del grupo, ¿era conversación o monólogo?
También tuvimos nuestra ración de leyendas en san Andrés de Teixido, con sus hierbas de enamorar, sus fuentes y migas de pan y la tradición de ir por lo menos una vez ya sea vivo o de alma en pena, solo nos falto ver la Santa Compaña.
Miradores en Ortigueira y pueblo Cariñoso.



En fin estoy deseando volver a Galicia, y no se yo si me gusto mas Cadiz o esto otro, creo que cada uno tenia su encanto. Eso sí, en los dos acertamos en el viaje.
Ya estoy deseando hacer otro :D