jueves, 25 de septiembre de 2008

EyB

Quien no recuerda a estos dos simpáticos muñecos que tan felices nos hacían cuando eramos niños.
Cuando era niña me encantaba Epi y no entendía porque Blas estaba siempre con el ceño fruncido(sin pensar que al ser solo una ceja no podía desfruncirla :D) Pero ahora entiendo a Blas, supongo que sera la edad, que me estoy haciendo mayor, pero Epi se jugaba en cada episodio una colleja, era un experto en hacer sufrir y tocar la moral a Blas, claro que con eso nos partíamos la caja, y nos seguimos riendo.



Pd: Para esos que piensan que debería escribir cosas mas profundas que esperen los posts de Rql, yo en un blog no voy a hablar de mis cosas, ¿verdad charlial? :D

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ok, ya veo que es mision [casi] imposible.

Parece que a tí te toca liderar la sección de ocio/entretenimiento, lo cual me parece muy acertado. Por cierto, creo que un post sobre poker encajaria bien en esta sección tuya, ¿no? :-), es broma, jeje.

Seguid en vuestra línea y seguiré siendo un fan de este interesante blog.

Anónimo dijo...

y que decis de mi? gracias a mi los niños se aficionaron a las galletas tan redonditas tan crujientes...
uy creo que me esta entrando hambre asi que me voy a comer... galletaaaaaaaaas

Anónimo dijo...

Pues siento decir que a mí no me gustaban ni el monstruo de las galletas ni la resabidilla rana Gustavo.
Yo era más de Epi (que no Blas) y de Coco.
Epi por ese espíritu tan juguetón aunque a veces tan plasta.
Y Coco porque gracias a él aprendimos las diferencias entre lejos-cerca, arriba-abajo, izquierda-derecha,..., bueno, de esta última no debo de estar tan segura, muchos nos debimos de perder ese capítulo :p

Anónimo dijo...

La verdad es que en más de una ocasión me he sentido como Blas: puede ser porque tenía a mi Epi particular en casa, o porque tengo un sentido especial para atraer a los pesados.

Anónimo dijo...

1 comentario, 2 comentarios, 3 comentarios, 4 comentarios y con este... 5 comentarios Jajajajaja.

Aglarluin dijo...

yo como vanesa no vi el capitulo de derecha-izquierda; pero si recuerdo el de la Jaca Paca y cuando se transformaba en SuperCoco.
Y me encantaba cuando salia el pintball de números, aunque solo contaba hasta doce, en ese momento si me gustaban los números hasta que descubrí que raíz de dos es irracional...
Y el conde que contaba y cuando tocaba el hombre del piano: Nunca lo conseguiré (que pensamiento tan negativo), y Alrededor alrededor de la montaña... Ay que graciosos.