Andando bajo la nieve

Según se acercaba el día, las predicciones meteorológicas nos mostraban una creciente nube negra sobre nuestro destino: Pirineos, Huesca, El Valle de Benasque. Pero como ya habíamos sorteado los malos auguruos en ocasiones anteriores, nos mostrábamos optimistas, y más tras la primera noche en el hotel donde parecía que estábamos en pleno destino playero y no la estación de Cerler.

Y en estas llegó Viernes Santo, y nuestro particular via-crucis: los primeros copos no nos asustaban (para eso están los impermeables, las botas, los palos y el goretex...) y comenzamos la ruta, o mejor dicho pre-ruta porque el autobús nos tuvo que dejar antes del inicio "oficial". Todos en fila, prestando atención al compañero de delante para no hundirnos hasta la rodilla y tratando de disfrutar del paisaje que se podía adivinar entre los copos y la niebla...

Siguiendo esta procesión llegamos a la primera prueba: riachuelo "inofensivo" que había que atravesar para continuar en busca del "Aneto" y sus glaciares... Las piedras resbalaban, zetanas y varios decidieron refrescar sus nobles partes, mientras que servidora, ante el panorama, eligió meter el pie en el agua y continuar la marcha andando sobre un charco... Tras esto, se reanudó la marcha y la ascensión... los minutos pasaban y no sabíamos cual era nuestro destino, hubo quien se imaginó como un superviviente del accidente de los andes ;-) Pero de pronto... al girar lo vimos... allá abajo estaba el refugio de la Renclusa. Así que... tras la subida... tocaba el descenso... y tras algún momento de pánico, algunos nos lanzamos más mal que bien a practicar el "culembaguen" o como se escriba ;-)
El resto de la jornada fue más tranquila, aunque el reto de subir al Aneto parece mucho más complicado cuando se está tan cerca de él pero no se le llega a descubrir...

Al día siguiente, tras la sobredosis de nieve y con las piernas doloridas (el tirón de mi pierna no era ninguna excusa) decidimos hacer pellas y relajarnos en Benasque, que las vacaciones también son para descansar y no provocar sufrimientos extras. Los aventureros nos dijeron que fue la mejor excursión y con el mejor tiempo, pero no nos dan ninguna envidia :-)
Y el último día... a pesar de ser domingo de resurrección, no hizo que saliera el sol y también tuvo su ración de nieve. Así que tendremos que volver cuando sea primavera (o verano) de verdad verdadera para poder apreciar en su plenitud esos excelentes valles y montañas.
Finalmente, como una imagen vale más que mil palabras, aquí va un video musical que he montado con algunas de las fotos que hicimos para sustituir a toda esta palabrería ;-)



p.d. Espero que si algún aventurer@ lee estas líneas, nos deje un saludito para saber que estuvieron por aquí :-)