"Nos veremos dentro de diez años, tal que hoy no falteis, nos veremos a los 30 años en la plaza..."Eran las navidades del 1997, habiamos quedado para comer y celebrar la navidad y dijimos que debería convertirse en una tradición. Alguien empezó a tararear este estribillo y otra propuso cumplir lo que se decía en el estribillo: "dentro de 10 recordaremos todo esto". Todas estuvimos de acuerdo.
Aquella amistad que parecía indestructible comenzó a quebrarse al poco tiempo (quizá hasta comenzó a gestarse aquel mismo día): la universidad, los amores, el cambio de ciudad por trabajo... fueron separaciones lentas a las que nos acostumbramos sin mucho dolor. Menos aquel domingo de resurrección (o debería llamarlo de muerte?) en el que se rompió de modo brusco una amistad. Fue el mejor modo de hacerlo? Posiblemente no, pero en aquel momento no supimos encontrar otra salida.
Han pasado los años, casi todas hemos cumplido ya los 30 este año, y quizá por ese motivo ha venido de nuevo toda esta historia a mi cabeza. O será que nunca lo he olvidado y se trata de una alerta que tenia activada?He vivido de un modo cercano (pero en segundo plano) intentos de reunir a la clase de cierto curso de colegio, y los resultados nunca fueron muy positivos. Inicialmente todo el mundo dice que si, pero a la hora de la verdad casi todo el mundo se borra de la lista :-S
De todas maneras, no puedo evitar hacerme esta pregunta: Si llegara a tu casa (o la de tus padres) una convocatoria anónima... recordarías la cita prometida? Y, lo más importante... acudirías a la cita? YO SI :-)