domingo, 4 de octubre de 2009

Verano 2009 (Parte 2: Amsterdam)

Por fín llegamos al resumen de la última parte del viaje: si la preparación de la ruta se hizo mientras abandonábamos Flandes, el resumen debía seguir el mismo ritmo ;-)
Nada más llegar a la estación Central comenzamos a sentir el agobio de una gran ciudad: colas para pedir información, colas para comprar los billetes del tranvia... superado esto, y el shock del baño con puerta transparente del hotel, nos dispusimos a conocer la ciudad gracias al excelente trabajo de la guia :D
Pero para poder disfrutar fue necesario superar el stress de tanto medio de transporte junto en las calles: coches (los menos y los más educados), tranvias, peatones y los peores... los ciclistas que eran los amos de su carril y de los carriles de los demás... ¿Quién dijo que eran inofensivas con esas cestitas para llevar a los niños?
Recorrimos canales tranquilos y bulliciosos, a la luz del día y en la penumbra de la noche, trantando de descubrir si ese conjunto de casitas estrechísimas ya lo habíamos visto o ibamos por el otro lado de la calle y por eso aún no nos habíamos percatado de ellas.
Visitamos la casa de atrás donde se escondió Anna Frank y su familia... sentimos la claustrofobia y conseguimos escribir en el libro de visitas tras perseguir a la inspiración ;-)
El mercado de las flores con bulbos y tulipanes de madera para garantizar que brotan sin problemas... la zona de los museos (con visita a Van Gogh) con una estupenda explanada para escuchar las audioguias y comer patatas fritas, y el enorme y frondoso Voldenparc, el intento de alquiler de bici, el crucero, y el mundialmente conocido barrio rojo con todo su bullicio, religión y pecado separados por una pared...

También tuvimos tiempo de visitar sus alrededores: tras cerca de una hora de debate en la estación central sobre la cercanía/lejanía de los sitios, precios, horarios, trasbordos... el destino de la excursión fue doble: Haarlem con su iglesia protestante con tiendas pegadas a su fachada, rincón de cerveceros dentro (donde se podía beber), el órgano donde tocó Mozart y el pastor con la oración de medio-día. Por no olvidarnos de su molino, con la sonriente mujer a la que no entendíamos.

Y terminamos la tarde en Zaanse-Schans, con unos mapas que "sólo" nos costaron dos botellas de agua, medio asfixiadas por el aroma del ¿cacao? pero recorriendo un pintoresco pueblecito con casitas verdes y molinos.

Finalmente, el último día de nuestra semana viajera, nos vimos inmersas en la boat-parade que invadía los canales al ritmo de la música, aunque si decidías caminar por uno paralelo a la zona de fiesta podías disfrutar del silencio: una de las cosas más sorprendentes de Amsterdam.


p.d. Seguro que he olvidado citar algo importantísimo pero no he vuelto de Amsterdam hace algo menos de una semana como otras :-P

4 comentarios:

fé de erratas dijo...

Que no es "Voldenparc", que es "Vondelparc".

zetanas dijo...

Ya te digo que estres de bicicletas, madre mia, eso era como en el antiguo oeste la gente a caballo, la ley del mas fuerte jejejejeje
Y lo del boatparade.. que de gente habia. Lo que me ha extrañado es que no hayas hablado nada de los bolardos :P
Jo llamaba la atencion, la de bicicletas que habia en los puentes, en las calles, en los parkings(un parking de cuatro plantas solo de bicicletas que barbaridad), y decian que en el fondo de los canales tb habia bicicletas.. pero si es que habia mas bicicletas que habitantes...

rql dijo...

Lo escribí mal adrede para ver si alguien se daba cuenta jejeje

Anónimo dijo...

sí, sí, seguro que lo has hecho aposta. ¿Por qué te cuesta tanto aceptar los errores?