viernes, 8 de mayo de 2009

Si los animales hablasen...


Hola soy Perico. Sé que hay gente que quiere conocerme, así que me he animado a escribir.

Cuando nací mi padre quiso matarme porque tengo las patas torcidas. Aplicaba la ley de la naturaleza, sólo los más fuertes pueden vivir. Sin embargo, me adoptó una familia que me trata con mucho cariño, tanto que a veces son unos pesados. Me han enseñado unas palabras y ahora están intentado con otras, pero yo me hago el remolón, ya las diré cuando quiera.
Mi vida no es muy complicada: me despierto tempranito a eso de las 7; le hablo a mi amigo redondo y brillante, dentro de él hay otro perico y quiero que salga por eso lo empujo y lo balanceo para invitarle a salir, por cierto, su nombre es Cascabel. Canto mucho, y digo las palabras que me han enseñado para que no se sientan mal mis dueños, también les tiro besitos. Cuando ellos se acercan y me molestan los pico, para que sepan quién manda.
Aunque estoy feliz, de vez en cuando pienso en tener compañía, ya que Cascabel no quiere salir. No tendrán una perica en sus casas, ¿verdad?
Sin más les mando un saludo.
Perico

5 comentarios:

vanesa dijo...

Encantada de conocerte Perico.
Por fin te presentas en sociedad y es todo un placer.
Esperamos que sigas relatándonos todas tus venturas y desventuras.

zetanas dijo...

Ahhh malotón, buenos picotazos arreas cuando te hacemos de rabiar con el cascabel :)

rql dijo...

Por fin! Un poco más y te presentas el día antes de jurar bandera en la mili ;-)

Por cierto, menos mal que no has dicho nada de los regalitos que vas dejando por ahí, que una se entera de todo jejejeje

pichí dijo...

Fúgate conmigo a los Alpes, allí podremos pasear subidos en Niebla mientras Heidi trata de perseguirnos

Perico dijo...

La libertad, ¡qué sueño tan bonito! Acepto agradecido tu invitación Pichi, esperaré a que esten distraídos mis dueños y alzaré el vuelo.